viernes, 8 de junio de 2007

¡Yo quiero comprar un árbol de navidad en agosto!

Bueno, en realidad, no quiero uno ni en diciembre. Lo que yo quiero es poder hacerlo. Poder comprar un guardapolvo en enero y ojotas en julio. Una remera amarillo brillante en el invierno en que se usa gris y violeta. En fin. ¿Por qué esa imposición del mercado de poner a la mano lo que se le antoja y no otra cosa? Porque si Juan Carlos Mercado quiere que se use una cosa y no otra, está bien, qué sé yo, no me importa; pero lo que yo quiero es que la vez que puedo comprarme algo que me gusta, que eso sea como yo lo quiero, y no lo que queda por descarte. Uno termina eligiendo entre lo que hay, lo más parecido a lo que busca, y veces ni siquiera eso.

No hay comentarios.: