miércoles, 21 de enero de 2009

de nuevo Kevin

La Hamaca

Voy y vengo sin preocupación
Sólo tengo tiempo y emoción
Y voy en una sola dirección
La del viento en mi corazón
Aquí en la hamaca, hama, ca, hama, ca

Los recuerdos vienen y se van
Sólo quedan esos que me dan
Sentimientos parecidos al movimiento,
que sólo consigo aquí en la hama ca, hama, ca

No es como el tobogán
Esa vil metáfora de la vida y la muerte
Ni como el subibaja, que siempre te deja a tu suerte
Y siempre baja.
No, no.

Yo voy a la hamaca…

jueves, 15 de enero de 2009

I’ve only got a buck in my pocket, but it feels like I own the world...



Padres, abuelos, papanoeles y reyes magos se desviven para comprar y regalarles juguetes caros, grandes, inconvenientes (con miles de piecitas pequeñas) y/o ruidosos; con pilas que se pierden y acaban con toda la diversión porque el pobre juguete no tiene gracia sin el sonido o el movimiento que aquellas le brindaban...

¡Y los nenes prefieren jugar con plastilina!

Usan un rato los juguetes, se pelean un poco por tener el que tiene el otro... (una lucha en la que el objeto no importa, sino el poder y el territorio) y nada más, después, son felices con una bolita de plastilina y con las figuras que pueden hacer y deshacer con tanta facilidad.

Y yo, aprecio el silencio de las pilas ausentes y me divierto haciendo teteras, cucharas y tenedores, vasos y tacitas, tortas de cumpleaños con velas encendidas, o zapatos para la barbie (mi mejor creación fueron unas tremendas botas amarillas).

Todo dura un suspiro y esa es la gracia, solo basta con cerrar el puño para que las figuras se vuelvan una bola deforme que es potencialmente todas las formas...
Quizás sea el mejor modo de aprender que nada material en esta vida es trascendente, que importan las ideas, la creatividad y la imaginación más que el precio, y las experiencias más que los objetos... quizás sea demasiado filosofar por un pedazo de plastilina.

Ustedes dirán.
Yo creo que no.

domingo, 11 de enero de 2009

yo, mi, me, conmigo...


...fue de planeta en planeta buscando agua potable,
quizás buscando la vida, buscando la muerte eso nunca se sabe.
Quizás buscando siluetas o algo semejante que fuera adorable,
o por lo menos querible, besable, amable...

(fragmento de "Canción del elegido" de Silvio Rodriguez)


Siempre me llamó la atención esa palabra -amable- en ese lugar, y la transformación que sufre al estar yuxtapuesta con las demás... Me parece que representa un poco cómo nos vamos volviendo, cada vez más autorreferenciales. Si buscamos la palabra "amable" en el diccionario, encontramos algo como esto:

Amable: adj.inv.
1 Agradable, complaciente y afectuoso en el trato con los demás.
2 Digno de ser amado.

¿Entonces qué? ¿Un tipo resulta amable/digno de ser amado cuando es complaciente y afectuoso en el trato con los demás? ¿No puede ser amable simplemente porque tiene virtudes en sí mismo? ¿O es que siempre las virtudes se ponen de manifiesto en relación con los demás? Con nosotros. Porque lo más común es que un tipo sea amable según nuestro punto de vista cuando nos cae bien a nosotros, o sea, cuando me trata bien a mí. La gente no suele pensar que alguien es amable porque trata bien a otros, aunque yo le caiga como una patada al hígado y me lo demuestre...

El tema es que nos volvemos cada vez más autorreferenciales, egoístas y egocéntricos... Porque yo, lo que a mí me pasa, desde mi punto de vista es que yo pienso que a mí me parece que cuando yo...